Pero la verdadera historia de Amityville comienza días después, el 28
de diciembre de 1974, veintiocho días después de los asesinatos. Ese
día, otra familia, compuesta por el matrimonio de George y Kathy Lutz,
se mudó al lugar donde había ocurrido la masacre. La casa, espaciosa y
de muy bonita arquitectura, estaba a la venta a un precio
excepcionalmente barato, y los Lutz decidieron obviar los violentos
hechos ocurridos con antelación y compraron el inmueble, aunque
solamente pudieron ocuparlo 16 días debido a los extraños fenomenos que
se sucedían…
Desde el primer momento en que ocuparon la casa, el matrimonio y sus
hijas pequeñas sintieron una presencia sobrenatural, que se iba haciendo
más fuerte cada día. Al principio, se escuchaban ruidos extraños a lo
largo del día; luego, comenzaron a aparecer manchas en las paredes y
malos olores sin motivo aparente, y las puertas y ventanas se abrían
solas.
Kathy Lutz agregaría que en reiteradas ocasiones se sintió observada
en ciertas partes de la casa, principalmente en las habitaciones, y que
una vio unos ojos rojos que la miraban desde la oscuridad a través de la
ventana. De repente, comenzó a tener pesadillas repetitivas con los
crímenes sucedidos en la casa, pero soñando que las víctimas eran los
componentes de su familia.
La suppuesta entidad que habitaba la vivienda trató incluso de
apoderarse de los cuerpos de sus residentes, manipulándolos a su propia
voluntad y obligándolos a cometer actos de naturaleza violenta, algo en
lo cual los Lutz nunca han querido ahondar.
A los pocos días de habitar el lugar, el matrimonio se convenció de
que la casa estaba poseída por una presencia demoníaca y recurririó al
sacerdote de la iglesia más cercana, quien contaría después que al
tratar de bendecir la casa, escuchó una voz que lo echaba, una voz que
surgió de la nada desde la planta más alta de la casa y que gritó: ¡¡¡
LARGATE DE AQUÍ !!!. Según los relatos de la época, cuando el sacerdota
ingresó a la casa, el ambiente se llenó de un olor putrefacto y una nube
de moscar invadió el lugar. El religioso debió luchar con una fuerza
física que le impedía acercarse a la casa y finalmente fue violentamente
expulsado.
La visita del sacerdote marcó el punto en que los sucesos
paranormales se incrementaron, George empezó a sentir presencias
extrañas también, e incluso sentía miedo a abrir los grifos pues suponía
que una presencia maligna podía salir de ellos si abría la llave de
paso. Las alucinaciones se hacían más comunes y la desconfianza en la
familia se acrecentaba, George afirmaba que su mujer se estaba
tranformando en una bruja pués, según él, se le estaban cayendo los
dientes y el pelo. Tal punto que los Lutz debieron abandonar para
siempre la casa, que desde entonces se encuentra deshabitada y sobre la
cual pesa el estigma de la leyenda de Amityville.
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